Inspirada en los arquetipos del Sumo Sacerdote y el Diablo, explora la tensión entre lo que debes ser y lo que realmente deseas. Entre la obediencia y el instinto. No se trata de elegir un bando, sino de aceptar que ambos conviven en ti.
Cada prenda representa esa contradicción, lo sagrado y lo prohibido, lo controlado y lo libre. Esta no es una provocación, es una revelación. Porque a veces, para encontrarte, necesitas mirar en la oscuridad.
No busca destruir creencias, sino empujar a cuestionarlas. No es un enemigo, sino esa parte interna que no encaja, pero persiste. La que se esconde detrás de lo correcto, pero vibra con lo auténtico. En cada costura, en cada corte, se presenta una elección, seguir fingiendo o atreverse a mostrarse.