Eso dicen. Pero ella no lo hace para encajar, lo hace para destacar. Ella nunca pidió permiso para ser libre. Con una risa traviesa y un corazón indomable, mezcla dulzura con rebeldía.
No es una princesa ni una más del montón; es la protagonista de su propia historia.
Lleva rosa, sí, pero a su manera. No para agradar, sino para desafiar.